A medida que las olas de calor se vuelven cada vez más frecuentes, la gente comienza a preguntarse si los sistemas fotovoltaicos pueden hacer frente a temperaturas tan altas.
Falla del inversor
Si un inversor se calienta demasiado, por lo general se apaga o reduce su potencia hasta el punto de que la temperatura ambiente más alta no lo daña. Esto se conoce como reducción de temperatura.
El número de posibles causas reduce aún más el porcentaje de factores relacionados con el clima. El análisis del conjunto de datos confirma el valor empírico de que los inversores generalmente pueden soportar períodos de calor, si el lugar de instalación es adecuado. Otra prueba de la resistencia al calor de los inversores es el hecho de que los sistemas fotovoltaicos funcionan con éxito en el sur de Europa e incluso en regiones desérticas. Sin embargo, los informes de sobrecalentamiento deben tomarse en serio para garantizar que no se pierda el rendimiento y que la vida útil del equipo no se acorte.
¿La eficiencia del módulo cae significativamente durante las olas de calor? Un aumento de temperatura de 3 C reduce la eficiencia de los paneles solares en un promedio del 1%. Como resultado, la eficiencia de los módulos es varios puntos porcentuales menor durante el verano que en invierno, aunque la radiación solar es varias veces mayor en verano. En consecuencia, las pérdidas por eficiencia reducida son más que compensadas por el rendimiento adicional. Las olas de calor soleadas son positivas en el lado del rendimiento.
Consideraciones operativas
Si un inversor falla debido al calor, primero verifique la ventilación en el sitio. Por ejemplo, habrá que prever la protección solar si una inspección determina que un inversor no tiene protección solar.
Las pérdidas de potencia debidas a la reducción de temperatura son más difíciles de detectar si el inversor reduce su potencia debido al calor. Un rendimiento más bajo es más difícil de determinar al monitorear si el rendimiento está por debajo del nivel objetivo. La reducción de temperatura se puede diagnosticar claramente analizando las características de salida.
El daño existente en las celdas del panel solar se exacerba a altas temperaturas. Por lo tanto, las medidas preventivas cobran mayor relevancia a medida que aumenta la temperatura, ya que podrían evitar la sombra debido al crecimiento en la superficie o módulos sucios en una etapa temprana. La termografía es capaz de detectar sombras puntuales, puntos calientes o microfracturas.
Las olas de calor están asociadas con la sequía. Esto crea más polvo en algunos sitios, que luego puede acumularse en los módulos. La autolimpieza del módulo también disminuye con la ausencia de lluvia. La necesidad de limpiar módulos podría aumentar en Alemania hasta el nivel actual en España. Entre el 2 % y el 3 % de la energía se pierde debido a la suciedad, por lo que los operadores limpian sus módulos una o dos veces al año. En la mayoría de los casos, la lluvia natural sigue siendo suficiente para limpiar los módulos en Alemania, ya que solo se pierde alrededor del 1% de la energía.
Los sistemas solares aún pueden funcionar de manera confiable, incluso en medio de olas de calor, con una planificación cuidadosa del sistema, una instalación adecuada y un mantenimiento profesional. Los procesos de monitoreo de inspección deben incluir fuentes de fallas relacionadas con el calor. Sin embargo, si ocurren fallas relacionadas con el calor, la causa debe identificarse y rectificarse rápidamente para evitar rendimientos más bajos, así como daños técnicos.
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