Un sistema fotovoltaico equipado con almacenamiento es una inversión cada vez más asequible, sobre todo necesaria para desempeñar un papel activo en la revolución de la comunidad energética.
Instalar un sistema fotovoltaico significa mucho en términos de sostenibilidad y protección ambiental, ya que utiliza energía renovable para producir electricidad. Al acercarnos al mundo de la energía sostenible surge una pregunta: ¿qué tipo de sistema elegimos?
Esta no es una respuesta fácil, ya que cada hogar tiene diferentes características y diferentes necesidades, sin embargo la respuesta más probable es: un sistema fotovoltaico con almacenamiento de batería .
Veamos de qué se trata y descubramos las ventajas de este tipo de sistema de paneles solares .
Sistema fotovoltaico: ventajas generales
La primera ventaja general que se deriva de la instalación de paneles solares es la reducción de coste en la factura eléctrica mediante el autoconsumo. Esto permite reducir el consumo de electricidad extraída de la red, evitando impuestos y costes de transporte de la electricidad incluidos en la factura. La reducción de facturas es la ventaja inmediata.
Un sistema fotovoltaico implica claramente una inversión en instalación bastante constante, a pesar de que el mercado de paneles solares ha experimentado una reducción de costes en los últimos años. Un sistema de 3Kw, apto para una familia compuesta por 2 o 3 personas, puede costar entre 5.000 y 8.000 euros. Calculando cuánto se ahorrará, el tiempo de recuperación será de 5 a 8 años, dependiendo de la irradiación solar real donde se instalen los paneles.
Este proceso mejora con sistemas equipados con almacenamiento de energía.
¿Cómo funciona una instalación fotovoltaica con almacenamiento?
Durante el día su sistema producirá tanta energía como la casa necesita o incluso más. Con un sistema tradicional, el excedente de electricidad puede exportarse a la red y reembolsarse en la factura de electricidad.
En el caso de un sistema equipado con almacenamiento, este excedente se almacena en acumuladores. Con un acumulador será posible utilizar la electricidad producida durante las horas del día cuando el sistema no puede producir energía limpia, como durante la noche o en días nublados. Al implementar esta solución, puede reducir drásticamente, hasta un 50% (dependiendo del tamaño del acumulador), la electricidad extraída de la red y, como resultado, reducir el costo de la factura de electricidad.
Los sistemas de almacenamiento de baterías son esenciales para aquellas casas fuera de la red eléctrica, como los albergues de montaña o los edificios que se sustentan completamente con fuentes renovables debido a la elección del propietario. Los sistemas de almacenamiento son especialmente recomendados para aquellas familias que instalaron paneles solares y pasan la mayor parte del tiempo al aire libre durante el día, utilizando mucha más energía cuando oscurece. En general, siempre son convenientes cuando no es posible utilizar inmediatamente la energía solar producida.
Para comprobar si realmente es conveniente basta con leer el contador: si la energía exportada a la red es mayor o igual a la energía utilizada, seguramente conviene almacenarla y utilizarla posteriormente.
¿Cuáles son las baterías existentes para sistemas de paneles solares?
Si bien se habla de sistemas fotovoltaicos, los tipos de baterías más utilizados son las baterías de plomo-ácido o las baterías de iones de litio . Los primeros son menos costosos, pero son muy grandes y su vida útil esperada es de 2 a 5 años en promedio. Estos últimos son más caros, pero garantizan una mayor fiabilidad, tienen una vida útil prevista mayor (de 10 a 12 años) y se están convirtiendo en un referente en este sector.
Hay otros tipos de baterías que se sitúan en la parte media de la escala de eficiencia y coste. Las baterías de níquel-cadmio almacenan energía a baja temperatura, pero tienen una baja densidad energética, por lo que no retienen mucha energía en relación a su peso. Las baterías de níquel-hidruro metálico, tienen una mayor capacidad de almacenamiento respecto a las anteriores, una mayor vida útil y bajos costes de mantenimiento.
¿Cuánto cuesta un sistema de almacenamiento de batería solar ?
La diferencia de coste real de la inversión fotovoltaica se refiere al acumulador, que se suma al coste del sistema tradicional.
Los precios de los acumuladores de energía solar pueden variar según la capacidad de almacenamiento y el tipo de batería. Es interesante observar que los precios están cayendo drásticamente, gracias al interés mostrado por el sector de la movilidad por el desarrollo energético sostenible.
Las baterías de plomo cuestan entre 2.500 y 4.000 euros, las de níquel entre 3.000 y 5.000 euros y las de iones de litio entre 4.000 y 6.000 euros.
El costo total es mayor que el costo de un sistema tradicional, pero la amortización puede ser similar o incluso menor, cuando las personas toman decisiones meditadas sobre su consumo de energía y cuando adoptan todas las medidas necesarias para maximizar los rendimientos del sistema.