El almacenamiento eficiente de energía solar es un pilar fundamental de la transición energética: permitir la producción flexible de energía renovable y garantizar su integración en la red.
La electricidad se puede generar, transportar y transformar fácilmente. Sin embargo, hasta ahora no ha sido posible almacenarlo de forma práctica, fácil y económica. Esto significa que la electricidad debe generarse de forma continua en función de la demanda y, en consecuencia, las energías renovables requieren sistemas de almacenamiento de apoyo para su integración, para evitar caídas de energía limpia durante los valles de suministro y dotar de mayor eficiencia y seguridad a la red eléctrica.
PRINCIPALES SISTEMAS DE ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA
La electricidad no puede almacenarse como tal y por tanto necesita ser transformada en otro tipo de energía, como mecánica o química. Los sistemas solares de almacenamiento pueden agregar valor en cada etapa de la cadena de suministro. Dependiendo de su capacidad, los sistemas de almacenamiento de energía se dividen en: almacenamiento a gran escala, que se utiliza en lugares donde se requiere escala de GW; almacenamiento en red y en activos de generación eléctrica, donde se utiliza la escala de MW y, por último, almacenamiento a nivel de usuario final, que se aplica a nivel residencial y funciona con kW.
BATERÍAS DE LITIO: EL FUTURO DEL ALMACENAMIENTO
En los últimos años, el sector de las energías renovables ha visto en las baterías de iones de litio la solución a su principal problema: el almacenamiento de la energía generada. Al ser uno de los elementos más pequeños de la tabla periódica, el litio tiene un alto potencial electroquímico y puede acumular grandes cantidades de energía. Con el deseable bajo peso y alta eficiencia, solo un obstáculo ha impedido hasta ahora que la batería de litio se convierta en la tecnología de almacenamiento estándar para energía renovable: su alto costo.
Esta situación, sin embargo, parece estar cambiando. Según un estudio reciente de Bloomberg NEF (BNEF), el costo de las baterías de iones de litio se reducirá significativamente en los próximos años, incluso más allá de la reducción del 85 % que ocurrió entre 2010 y 2018. Específicamente, BNEF predice una reducción del 50 % en los costos de las baterías de iones de litio por kW/h para 2030, a medida que la demanda despega en dos mercados diferentes: almacenamiento estacionario y vehículos eléctricos.
Esto conducirá a que las instalaciones de almacenamiento de energía en todo el mundo se multipliquen exponencialmente, desde los modestos 9 GW/17 GWh implementados a partir de 2018 hasta los 1095 GW/2850 GWh para 2040. Este espectacular aumento requerirá una inversión estimada de 662 000 millones de USD.